Poema: "Escalera de emergencia"
En medio de un salón oscuro y
sosegado
y las cortinas fijas ocultando el
espacio.
En mitad de un segundo desgastado
y corrupto
acompaño a esta pobre sensación
de miseria.
Media ración de estofado se
esconde en la nevera.
En la mesa una nota de papel casi
roto:
Tal vez llame mañana. Te he dejado las llaves.
Ha llamado tu madre volverá a llamar luego.
La lavadora se queda como muerta
en el patio.
Centrifuga mi vida de esta triste
manera.
La habitación me interroga.
Los cuadros cuelgan y apagan
las luces sin darme cuenta.
El teléfono no suena,
me suena que algo ha pasado
Miro ausentes las parejas caminando
por la calle,
imaginando que sueñan caminando
en otra parte.
Mi vecina tiende ropa
y se queda como ausente
mirando por la ventana
cómo se secan las horas.
El despertador marea.
Late en el fuego agua hirviendo
esperando a que profunde
unos secos espaguetis.
Miro el calendario y pienso
que los días pasan lentos,
quedan quietas las historias
y mi voz se descompone
como la pastilla rompe
y se deshace en el agua.
El Avecrem me recuerda esa arena
de otro tiempo,
esos pies arremangados en una
playa desierta.
Es pronto para morirse pero ojalá
muera pronto,
ojalá suene ese timbre para decir
que regresas.
El sillón busca su espacio, los
recuerdos se incomodan
y a veces pienso en huir como
tardes en invierno.
Los coches rugen de pronto.
Descubro que me amenaza
otra mañana asesina
mientras
conversan furiosos
los contertulios de crisis.
El periódico me anuncia
que ha muerto un hombre inocente
y que aumenta poco a poco
este paro en las encuestas.
Pero suena en la distancia
un tocadiscos rallado.
Su música me evapora
y hasta sonrío de pronto.
En medio de la derrota,
del universo iracundo y la mísera
apariencia,
sus sonidos son la única
escalera de emergencia.
Comentarios
Publicar un comentario